Comencé a quererte sin darme ni cuenta. Y te juro que no quería. Amaba mi soledad, mi paz... pero los caprichos del destino van y te ponen frente a mi y, aunque traté de negarlo, no pude hacer más que rendirme a la evidencia: sueño con unir mi alma a la tuya.
No sabes cuántas veces me sorprendo soñando despierto. Y en cada uno de esos sueños estás tu a mi lado. No, no sabes lo que anhelo verte, lo que ansío abrazarte, el inmenso deseo de besarte...
Comencé a quererte y ahora ya no puedo olvidarte.
Lunes Locos
J. Zatón
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